Jack Worthing tiene un secreto. Por un lado, disfruta de una vida tranquila y respetable en el campo, donde ejerce como protector de la bellísima (y fabulosamente rica) Cecily Cardew. Pero, por otro, cuando necesita de mayor aliciente, Jack se escapa a Londres, donde asume la guisa del caprichoso Ernesto Worthing, su imaginario hermano. Ernesto es un hombre disoluto con gran preferencia por la vida extravagante, extremo que comparte con su íntimo amigo Algy Moncrieff.
Sin embargo, el objetivo de la última excursión de Jack es proponer en matrimonio a la prima de Algy, Gwendolen. Gwendolen está convencida de que su destino es casarse con un hombre que se llama Ernesto; ignorante de la auténtica identidad de Jack, acepta de buen grado la oferta. No obstante, la madre de Gwendolen, la temida Lady Bracknell, tiene otros planes para su hija.
Cuando pregunta a Jack por sus referencias sociales, descubre la verdad: que fue hallado, cuando era un bebé, en un bolso abandonado en la Estación Victoria, por lo que le niega su consentimiento. Jack se ve ahora obligado a deshacerse de Ernesto y a encontrar alguna evidencia de su abolengo, si es que pretende alguna vez casarse con Gwendolen. Mientras tanto, Algy, se aprovecha de la preocupante situación de su amigo y decide visitar a su adorada Cecily.
Cuando se presenta a sí mismo como Ernesto, descubre encantado que Cecily lleva tiempo abrigando sus propias fantasías acerca de casarse con el hermano errante. Se produce el flechazo y al instante deciden casarse. Pero cuando Jack regresa al campo con la noticia de que su hermano ha fallecido, las cosas empiezan a complicarse seriamente. Sin embargo, hay una sorpresa a la vuelta de la esquina, una que va a condicionar por igual a cada uno de ellos, y que revelará, de una vez por todas, la importancia de llamarse Ernesto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario